Shirkoa es una ciudad gris y deprimente, formada por cañones de rascacielos y barrios rojos. Despojados de su individualidad, todos caminan con una bolsa de papel sobre la cabeza. No tienen nombres, sino números. Esto incluye a 197 A, un oficinista apolítico que no participa en las protestas contra el régimen. Sólo le interesa su romance con 242 B, pero ella ya está harta de Shirkoa. Quiere huir a la legendaria ciudad de Konthaqa, donde supuestamente la gente vive en libertad. 197 A, por su parte, espera ser aceptado en el Consejo de Shirkoa, un cargo con gran influencia. Pero entonces le quitan la bolsa de la cabeza y 197 A se horroriza al darse cuenta de que le están creciendo pequeños cuernos en la cabeza.