Cuatro desconocidos quedan en el centro de Madrid para viajar en coche a Cieza, Murcia, gracias a una aplicación de viajes compartidos. Durante el trayecto los pasajeros charlan sobre aspectos de su vida para romper el hielo. Todo fluye con normalidad, pero el conductor parece ocultar algo y se comporta de forma extraña.
Todo transcurre en el mismo sitio, un coche. El sitio es claustrofóbico, ocurre todo ahí y esto conlleva el peligro de que la obra se convierta en un teatro hablado y deje a un lado el arte cinematográfico, pero con los pocos elementos que tiene, logra mantener tu atención y la tensión.
Cuatro desconocidos quedan para compartir viaje mediante una aplicación y el conductor es un tipo siniestro y que se comporta raro, algo ya visto, pero al ser un suceso cercano a la realidad y que le puede pasar a cualquiera, añade a la película algo más de tensión aún. En una hora y media el guión juega con las sospechas y con las revelaciones, vas entrando poco a poco en el juego a medida que van surgiendo detalles extraños. La trama no innova, pero consigue intrigar al espectador, los "momentos musicales" añaden dinamismo a la obra, y a su vez también tiene un toque desenfadado y adolescente.
En una lectura más profunda, vemos un reflejo de lo que son las relaciones humanas, ya sea entre dos ex que se acaban de reencontrar y tienen mucho que echarse en cara antes de hacer las paces, o entre 4 desconocidos tratando de convertir una situación incómoda como puede ser estar encerrados en un coche, en un viaje ameno y agradable.
El casting no es muy amplio; Andrea Duro está bien y correcta, Pol Monen es muy soso y carente de registros, Salva Reina está genial, caracterizado como un psicópata con aspecto parecido a Bardem en No es país para viejos, realmente entrega una muy buena actuación y muy creíble, y Ana Polvorosa está genial también, es una pedazo de actriz tremenda, muy infravalorada y con una amplia carrera no sólo en el cine sino también en teatro.
Muy entretenida y recomendada.