Crítica de SensaCine.com para Evolution: El agotamiento de Reitman

Durante la década de 1980 Ivan Reitman fue un referente de la comedia norteamericana gracias a títulos como Los incorregibles albóndigas, El pelotón chiflado, Los cazafantasmas, Peligrosamente juntos o Los gemelos golpean dos veces. En los noventa logró mantener su lugar a pesar de los cambios que se fueron efectuando dentro la industria, con películas como Los cazafantasmas 2, Poli de guardería o Junior, todas muy inferiores a las anteriores –y eso que en general el listón tampoco estaba demasiado alto-, mostrando que Reitman se había convertido más en un buen funcionario cinematrografico, capaz de sacar hacia delante cualquier proyecto pero sin un toque demasiado personal, algo que, guste o no, había llegado a tener durante los ochenta.

Evolution fue la primera película que Reitman dirige en la década de los 2000 y aunque más divertida que su media de la época, resulta una medianía sujeta al buen hacer de casi todos los actores y a un guion que guarda alguna sorpresa divertida pero, en general, quedándose en todo momento en una corrección que resulta irritante: Evolution deja la sensación de que cuando la película parece despegar hacia derroteros más canallas se detiene siempre en la corrección más absoluta. Esto impide que Evolution vaya más allá de lo meramente convencional a pesar de que resulte fácil de ver y consiga entretener. No es una película notable sino una medianía sin más, pero Reitman supo moverse bien por ese terreno en el pasado, pero está claro que ha ido perdiendo pulso con el paso de los años.

A favor: Los actores.

En contra: Lo convencional que resulta.