"Spider-Man" (2002) de Sam Raimi - Crítica de Javier Vázquez (19/08/2024)
*AVISO* Se recomienda leer la crítica después de haber visualizado la cinta. Puede contener revelación de detalles de la trama "spoilers".
Volvemos a las andadas de las críticas con una película que para mí lo es todo. Esa película es “Spider-Man”, del genio Sam Raimi. Una película que lo tiene absolutamente todo asombroso.
Comenzamos con los créditos iniciales de “Columbia Pictures”, con esa banda sonora que nos regala el gran compositor estadounidense de la música cinematográfica, Danny Elfman, que, sin ninguna duda, es de las mejores introducciones que he visto en mi cinéfila vida, si no es la mejor. Se me saltan las lágrimas al escucharla, y es que, me da un nivel de emoción tan alto, que se me ponen los pelos de punta, en cualquier momento de la película donde se escuche esa delicia.
De verdad que no exagero cuando digo que he repetido hasta la saciedad esa melodía, porque me hace sentir tantas emociones juntas que ahora mismo escribiendo esta crítica la estoy escuchando entre lágrimas. Y es que, para zanjar el tema, me parece más que una partitura, es una hoja de papel que se escribe con magia, y eso es lo que tiene este genio.
La dirección de fotografía, que últimamente es parte de mi ser como cineasta, corre a cargo de Don Burgess, que para mi impresión nos ha dejado películas como “Forrest Gump” de Robert Zemeckis o “Expediente Warren: El caso Enfield” de James Wan, me gusta realmente bastante. Me parece que juega con unas sombras y con un contraste bajo, muy suave que hace que la película se vea ese toque tan liso y fino, sobre todo en los rostros de los personajes.
Para mis amigos que dicen que esta película ha envejecido mal, tengo una pregunta. ¿Realmente sabéis lo que estáis viendo? Te tienes que fijar bastante para notar el CGI, porque a mi modo de ver las cosas, y soy detallista en todos estos aspectos, “Spider-Man” ha envejecido maravillosamente. El departamento de VFX es buenísimo, porque nos deja escenas como la del “Festival de la Unidad Mundial” que te quedas con la boca abierta. Y la verdad es que se nota cuando una película la hacen con cariño. A destacar las explosiones tan llamativas, que desconozco si son parte del departamento de FX o VFX, pero de igual manera, mi más sincera enhorabuena.
El departamento de sonido tiene lo necesario para que cuando vemos escenas de peleas nos dejen ese sonido tan de los ochenta muy bien colocado y que suena delicioso, realmente. No tengo mucho más que anotar, simplemente sé que su trabajo es un 10 de 10.
La historia, que empieza con un “Peter Parker” interpretado por un jovencísimo Tobey Maguire, un as en ciencias, pero que es el más pardillo de todo el instituto, enamorado de la chica de sus sueños “Mary Jane Watson” (Kirsten Dunst), al cual le pica una araña y empieza descubrir sus poderes, a groso modo, nos engancha desde el minuto 1 que empieza la película. Acompañando a Peter en su historia, el espectador quiere continuar a su lado y descubrir todo lo que le sucederá, y eso es gracias al carisma de Tobey Maguire, un actor estadounidense que vino de dejarnos su fabulosa interpretación en “Las normas de la casa de la sidra”, que hace que nos adentremos en el personaje y le cojamos un cariño que se merece desde el principio. Que sus victorias y fracasos sean parte de nosotros. Pocas veces en el cine te sientes tan dentro de la película, y eso es muy difícil de conseguir.
Una vez le pica la araña, entra en juego el mejor villano de la trilogía de “Spider-Man” de Sam Raimi, “El duende verde” interpretado por uno de los actores que en mi opinión deben de morir después de mí, Willem Dafoe. Este titán de la interpretación hace que ame a un villano. Tiene una manera de expresarse tanto con gestos como con la mirada, que realmente se pregunta uno mismo como puede haber actores que sean tan perfectos. Cómo hace de sirviente y de amo de su propia persona a la vez, por los efectos secundarios que le produjeron el vapor, y esa facilidad de hacernos tener compasión por él.
Resulta épica la escena dónde Peter descubre que puede escalar. Es una escena que es para verla una y otra vez. Sin más que añadir.
A todo esto, la transformación por la que pasa Peter después del picotazo, a su misma vez es la que sufre Norman Osborn, después de inhalar los vapores que dejan esa dosis del potenciador del rendimiento humano, fabricado expresamente para el ejército. Cada uno con sus diferentes habilidades, pero Raimi nos muestra dichas transformaciones consecutivamente, sin dejar atrás el detalle de la araña modificada genéticamente que aparece en uno de los monitores detrás de Peter, que resulta ser la que le ha picado y que nos muestra que habilidades tiene esa especie arácnida y que también a la par nos enseñan en el monitor de Osborn en cuanto inhala el vapor. Muy buena elección a la hora del montaje.
La intención que tiene Peter de querer impresionar a M. J. con un cochazo, hace que termine apuntándose a una competición de lucha libre, la cual necesita que sea con un traje pintoresco. Peter dibujando en su libreta sus diferentes posibilidades hasta que al final consigue el traje que veremos posteriormente, hace que sea tan original suyo que queda perfecto.
Para subirse al cuadrilátero, al final a con una sudadera roja con una araña gigante en el pecho, y con unos pantalones azules, colores que llevará el traje que poco a poco se está haciendo. Y es que la pelea nos presenta una gran estrella, colega de Sam Raimi. Hablo del espectáculo de presentador “Bruce Campbell”, que da por vez primera el nombre de “Spider-Man”, reemplazando el nombre original que tenía Peter para su personaje como “La araña humano”.
Después de la victoria de Peter en el “ring”, su tío “Ben Parker” (Cliff Robertson), fallece de un tiro, y nos deja a un Peter destrozado llorando la pérdida. Un Ben Parker que le dijo las sabias palabras a Peter Parker, palabras que todo fan conoce de “Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad” y que fue de lo último que salió por su boca. Peter, con ganas de venganza, deja otra de mis escenas preferidas, colocándose de nuevo el pasamontañas, corriendo por los callejones y trepando. Llega el momento en el que nunca puedo contener las lágrimas, cuando "Tía May" (Rosemary Harris), da a Peter un abrazo mientras llora angustiada, y suena de fondo parte de la banda sonora de Elfman para rematar el momento.
Cada cuál con sus respectivas habilidades, también tienen sus respectivos trajes y es aquí uno de los platos fuertes de esta película. El departamento de vestuario y el diseñador de los trajes de “Spider-Man” y del “Duende verde”. Esos colores tan llamativos, esa textura de tela que tienen los dos trajes y ese groso muscular nos recuerda que a la película la han tratado con mucho cariño, esfuerzo y mucha dedicación.
Y gracias a ello, tenemos esa puesta en escena de los dos, tanto juntos como separados. No puedo evitar comentar una de mis secuencias favoritas como es la del “Festival de la Unidad Mundial” que comienza con Macy Gray cantando, con los globos gigantes suspendidos en el aire, y esa aparición estelar del “Duende verde” rodeando el edifico. La primera batalla de “Spider-Man” contra el “Duende verde”, donde se agradece mucho que tenga un enfrentamiento, en gran parte, sin CGI, cara a cara. Me recuerda mutuamente a la trilogía de “El caballero oscuro” de Christopher Nolan, donde no hace uso de CGI en las peleas de “Batman”.
Que ni pintado le queda el puesto de trabajo a Peter Parker, que se tiene que hacer fotos a él mismo disfrazado. Aquí entra en juego uno de los mejores puntos del guion, “J. Jonah Jameson” (J. K. Simons), que hace un papel exquisito siendo el editor del periódico del “Daily Bugle”, y que tiene contratados a tipos como “Hoffman” (Ted Raimi), que junto a J. J. Jameson, me hacen destornillarme de risa en cada aparición que tienen.
Esta película, dirigida por el único que podría haberla hecho, y que le quitó el puesto a James Cameron y a Ridley Scott entre otros, nos deja una escena icónica del cine y es el beso de “Spider-Man” a M. J., mientras la lluvia se desliza por sus rostros, que resulta ser preciosa y muy romántica.
Llegando así a la batalla final en la casa en ruinas, nos lleva a una pelea, para mí, legendaria. Pues esa rabia del “Duende verde” hacia “Spider-Man” hace que este enfrentamiento sea tan oscuro, que nos impide ver el color tan llamativo que tenían los trajes, y como casi llega a arrebatarle la vida con esa majestuosa explosión producida por una de sus granadas, que deja a “Spider-Man” con un traje con varias fisuras y la máscara casi destruida, dejándonos ver por primera vez a “Spider-Man” y Peter luchando juntos.
Me fascina los golpes que da el duende. La primera vez que ves la película dudas de que “Spider-Man” pueda sobrevivir, pues el “Duende verde” se ensaña con él.
Sam Raimi me deja personalmente una de mis películas más preciadas, pues es una película que le tengo enorme cariño por el dinamismo que tiene, por la ilusión que me hace revivir esta película cada vez que la veo, y por querer llevar en mi piel la araña que el mismo Tobey Maguire ha llevado consigo en su traje como “Spider-Man”. Y es que agradezco enormemente a personas como todas las que han trabajado en esta película, que hagan que disfrute como la primera vez, todas y cada una de las veces que la veo.