Es una película que trata de adaptar fielmente los comics de Spiderman, pero no logra lo que se propone.
La historia es similar a los comics y la serie animada de los noventa, pero los personajes en general no logran ser creíbles ni se parecen a los de las viñetas. Tobey Maguire hace de un Peter Parker/Spiderman soso, aburrido y llorón; y exagera demasiado su rol del alumno pringado del instituto. El Duende Verde, interpretado por Willem Dafoe, no hace mal papel de Norman Osborn, pero cuando se transforma en el Duende Verde, parece ridículo, y no se acerca ni de lejos a la actitud sociópata y alocada del original villano de los comics, sino que más bien parece un villano loco de los Power Rangers. Mary Jane, interpretada por Kristen Dunst, apenas tiene personalidad ni caracter, y cuando lo tiene no se muestra en gran medida, como si se esforzara por parecer dura pero sin conseguirlo, y se transforma en la típica chica repipi y cursi que necesita ser salvada por su héroe, cuando MJ es una chica con mucho carácter y genio y muy inteligente.
El resto del reparto por lo general no lo hacen mal, son similares a los personajes que representan, con la mención especial de J. K. Simmons, que hace de un J. Jonah Jameson genial.
La trama es entretenida pero quizás acaba resultando infantil, con buenos momentos y algunas escenas bastante buenas, pero sin más, una película entretenida pero que no resulta como se esperaba, ni llega a captar el interés de los fans más fanáticos.
Muchos fans consideran esta adaptación la mejor del trepamuros, pero en realidad se podría decir que lo único que tiene de bueno es que fue de las primeras películas de superhéroes con buenos efectos especiales, y que devolvió el interés por seguir realizando adaptaciones de este género con otros personajes. Muchos la recuerdan de manera entrañable porque la vieron de niños, o porque fue de las primeras en reintroducir este género, pero la realidad es que es una pelicula entretenida, pero mediocre que podría haber logrado mucho más, y se conformó con tratar de calcar una historia sin lograrlo.