Además de protagonizar Somewhere in Queens, la película es también la primera ocasión en la que Ray Romano dirige un largometraje, que también escribe junto a Mark Stegemann. Tras décadas como estrella en la televisión y como actor secundario, Romano se estrena con una historia profundamente personal, retratando la vida de gente como la que habita su barrio de Queens.
Después de darse cuenta de que no iba a poder tener una carrera profesional en el baloncesto, Jacob Ward centró sus esfuerzos en intentar tener una carrera como actor, su segunda gran pasión. Mientras esperaba una oportunidad para tener un papel importante en una película como esta, trabajaba de repartidor en una empresa de delivery. Mientras estaba cumpliendo un encargo le llegó la llamada para salir en Somewhere in Queens.