Al cabo de tres meses de matrimonio, Regina Lambert abandona a Charlie, un seductor descarado con un pasado turbio, con el que se casó por capricho y del que no sabe gran cosa. Pero, al regresar de Martinica, la joven descubre que Charlie ha sido asesinado y su apartamento arrasado. En cuanto a la cuenta bancaria de la pareja, la han vaciado por completo. Regina, que no tiene nada de viuda afligida, se queda atónita, especialmente cuando tres antiguos cómplices de Charlie aparecen para reclamarle un maletín lleno de diamantes.