Buscando a Nemo es una historia maravillosa llena de humor y emoción, que gustará a los niños, pero también gustará a los padres y si sois de esos padres altamente protectores, o vuestros hijos son especialmente frágiles, entonces os sentiréis identificados de inmediato y la historia os cautivara, a pesar de su inicio demoledor y aunque se roce la tragedia en varios momentos, esta película es una historia de superación, llena de ingenio, alegre y optimista.
Al final una moraleja nada ajena al universo Disney, los padres tenemos que confiar en nuestros hijos, ellos lo necesitan para crecer y madurar, tienen que demostrar su valentía y su nivel de sacrificio, eso hará que valoren lo que han conseguido y los padres tenemos que aprender a aceptarlo, aunque a veces la situación se aleje de nuestro control.
Quien haya conocido a Dory no la olvidará nunca, uno de los personajes más hilarantes que ha creado Pixar, es tan especial que será la protagonista de la secuela, Buscando a Dory (Finding Dory), que llegará en noviembre de 2015. Con Dory aprenderemos a hablar ‘balleno’ y a seguir siempre adelante, “sigue nadando, sigue nadando”; conoceremos a unos tiburones en terapia (“Los peces son amigos, no comida”), a unas tortugas surferas, al pelícano más patoso del mundo, un banco de peces con mucha guasa o unas gaviotas que dan más miedo que los pájaros de Hitchcock.