LA SACIEDAD DE UN ASESINO PROFESIONAL, Y SABIO
Soy un sigiloso admirador de esas mentes. Esas personalidades perturbadas, mórbidas, oscuras y la introversión de ellas. Ahí dentro hay un mundo repleto de reflexiones, pensamientos, emociones y sentimientos hacia cualquier inquietud. No solo están esas mentes psicópatas, sociópatas, enfermizas en general… También existen esas que, junto a la personalidad son patrones sólidos, que no provienen de ningún loco, sin más, de alguien que vive mismas experiencias que los nombrados anteriormente, pero que lo hace fríamente sin motivos personales, solo por una razón: dinero. Ese es el oficio de éste, y de muchos más, claro, además muy bien pagado. Esa soledad y psicoanálisis de estas víctimas de la existencia, como este asesino, que tienen esas vacías mentes, pues podrían ser mis amigos, no me importaría, puede que me hiciera bien incluso.
Espero con grato entusiasmo lo que nos va a contar David Fincher en esta solitaria y redonda ocurrencia. Con un tono parecido al de sus obras maestras: Zodiac y Seven, pero enfocado de manera diferente. Con un mood y una metodología fresca nos cuenta como un asesino falla el disparo que debía de perpetrar a un pez gordo del –me imagino– mundo político Francés. Desde ese instante, se van sumando numerosos y ordenados episodios en los que este asesino tendrá que ir solucionando para mantener su vida y la de su pareja a salvo en consecuencia a esa fallida bala y encontrar al cliente de dicho contrato.
No solo eso, sino que el punto clave de la historia es la voz en off del protagonista que nos cuenta los patrones que sigue para cumplir dichas actividades físicas y emocionales: matar, cumplir con lo requerido. Nos cuenta su método de concentración junto a una mini playlist de canciones bellas de The Smiths. También todas esas tensas y largas horas de espera para realizar la ejecución, y sobre todo y más importante, algo muy difícil para un ser de impecable sentido de vida: la nula empatía hacia los involucrados. Pero nada es personal.
Todo esto ocurre con un gran trabajo del actor Michael Fassbender que interpreta una personalidad pétrea, a través de un David Fincher una historia visualmente poderosa en la narrativa, que conmueve e inspira junto a los momentos de acción. Tilda Swinton me enloquece en la mayoría de su filmografía y aquí no esperaba menos para este breve protagonismo. A personas como yo: reflexivas y melancólicas. Nos entusiasman y ayudan esos speeches de este asesino, quizá a otros les fatigue. De todos modos, El Asesino quizá contiene un avance previsible pero impecable e inquieto. Servible. Quizá muy memorable.
-RICHIE VALERO