Crítica de SensaCine.com para Frida: Visiones de una pintora

Tras impactar en cierto modo con Titus, personal adaptación de William Shakespeare, la directora Julie Taymor se lanzó con Frida, ambicioso biopic sobre la vida de la pintura mexicana Frida Kahlo auspiciada por su actriz protagonista, Salma Hayek, quien, junto al siempre extraordinario Alfred Molina, acaban siendo lo mejor de la apuesta. También, evidentemente, la capacidad de Taylor para reconstruir visualmente el mundo pictórico de la pintura en pantalla, consiguiendo que la pintura de Kahlo se alce como el tono en cada momento histórico que narra la película.

El problema reside en que la gravedad de la vida de la pintura y del contexto histórico-social que narra se desvanece en aras de una narración en exceso enfatizada y edulcorada, dejando de lado todo atisbo de crítica o, como poco, de cuestionamiento sobre lo que está narrando, cayendo en una idolatría un tanto empalagosa y, sobre todo, en una apuesta mayor alrededor del componente visual que en el fondo, no logrando una cohesión adecuada entre forma y fondo que hace de Frida una película interesante y fácil de ver pero que no va más allá del mero recuento de una vida a modo de postales que se observan, se llegan en ocasiones a disfrutar, pero que se guardan en un cajón para olvidarles por completo.

A favor: Salma Hayek y Alfred Molina. Y la dirección artística.

En contra: Que es plana y sin profundidad alguna en lo que se narra.