Bob Marley: One Love (2024).
"El reggae es la música del pueblo. Apela a la unión natural.”
El director de “El Método Williams” (2021) lleva a la Gran Pantalla la vida del rastafari más famoso de Jamaica con desigual fortuna.
Bob Marley aparece con los rasgos del malo de la serie "Invasión Secreta”, actor que también hemos tenido ocasión de ver en “Barbie”. Eso sí, totalmente cambiado gracias a las características rastas que el cantante lucía.
“¿Cómo voy a traer la paz si ni yo mismo estoy en paz?"
El drama musical se ambienta justo en el segundo lustro de la década de los 70, cuando después de la retirada de los británicos de la isla caribeña y una vez dejado tras de sí lo que todo país europeo colonizador acostumbra a dejar -pobreza, violencia, su idioma y su religión-, la nación recientemente independizada se vio sumida en una situación inestable al borde de la guerra civil.
La historia arranca en el momento en el que Marley decide dar un concierto por la paz con la intención de unir a las dos facciones enfrentadas hasta ese año (1976).
El biopic, sensiblemente descafeinado, en el cual se nos muestra a un artista en la línea del John Lennon más pacífico, se centra en la música y las buenas intenciones del mestizo músico, dejando a un lado su carácter más conflictivo.
Si hay algo que está garantizado en la producción de un filme sobre la vida de Bob Marley es la buena música (que inunda la banda sonora) y las drogas (consumidas desde el minuto uno hasta el final). A tener en cuenta el mérito de Kingsley Ben-Adir, el protagonista, de cantar varios de los temas del gran rey del reagge.
Como he comentado en otras críticas sobre biografías cinematográficas, éste es un ejemplo más de biopic, si no fallido, al menos poco interesante, donde se salva la ambientación, la interpretación de algunos actores (supongo que la marihuana ayudó a ello) y desde luego la música.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6