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Esta es la historia de estrellato de Herbert Khaury, más conocido como Tiny Tim, una fábula moderna sobre uno de los personajes más extraños del mundo del espectáculo dirigida por el hijo de Max Von Sydow, Johan von Sydow. Nacido en 1932, en medio de la Gran Depresión, fue un marginado ya desde niño debido a su ascendencia: era el único hijo de un matrimonio compuesto por una madre judía y un padre libanés católico. Como Herbert no era como los otros niños, y su particular personalidad no era bien vista, su madre intentó internarle durante muchos años, aunque sin éxito. Tras lo que él mismo describió como "una llamada divina" a principios de los años 50, empezó a cantar con una particularísima voz en falsetto. Además, para evitar que los abusones le pegaran y poder huir más rápido, cambio su guitarra por un pequeño y portátil ukelele. Estas dos señas de identidad serían decisivas para su presentación en pequeños concursos musicales, que más tarde cambió por oscuros clubs de cabaret lésbico en Greenwich Village. A partir de entonces, un culto empezó a formarse alrededor de este excéntrico personaje, una adoración que transitaba entre el odio y el ridículo y que le llevaron a ascender rápidamente en la escena musical. Y el resto, como siempre, es historia.
