Nunca te fíes de un padrastro
por Diana AlbizuEspecialista en dirigir episodios de series de televisión en las que el suspense juega un papel importante ('Policías de Nueva York', 'Expediente X'), Daniel Sackheim lleva el guión de Wesley Strick ('El cabo del miedo', 'Análisis final') por caminos de thriller psicológico que remiten a los artefactos de sospecha de Alfred Hitchcock con pizcas de la sordidez propia de los primeros trabajos de Roman Polanski.
El espectador siempre está del lado de la protagonista Ruby (eficiente Leelee Sobieski), una chica de 16 años que, tras la trágica muerte de sus padres en un accidente de tráfico, debe irse a vivir con su hermano pequeño a la casa del matrimonio Glass (Stellan Skarsgård y Diane Lane). Sin embargo, todo empieza a parecer un poco turbio allí y las sospechas de Ruby acerca de las intenciones de sus nuevos tutores se convierten en una suerte de obsesión paranoica. Por desgracia, Sackheim y Strick abandonan pronto el registro ambiguo y optan por una explicitud radical que conlleva no pocas secuencias en las que la verosimilitud de la intriga salta por la ventana. Por lo demás, el trabajo formal no guarda demasiados alardes compositivos, por lo que la preponderancia de imágenes planas y el estiramiento de la credulidad acaban acercando al terreno del telefilm lo que podría haber sido un thriller angustioso y entretenido.
A favor: Leelee Sobieski, tan turbia como mesmerizante.
En contra: Diane Lane no parece que tuviera un buen día... ninguna jornada de rodaje.