Para aquellos que vayan con prisa o ya lleven demasiadas críticas leídas, empezaré este texto con lo que me parece más importante de la película Tár: su protagonista, Cate Blanchett. Mi propuesta es que sigamos dirigiéndonos a ella como lo hacen en la película: Maestro. ¿Qué os parece? Puede que demasiado pretencioso. Pero es que qué fuerza desborda: impertérrita, salvaje, con clase, bella, fría, segura de sí misma. Consigue llenar toda la pantalla. ¡Que hasta toca el piano y habla tres idiomas!
Dejando a un lado su maravillosa actuación, Tár es una película larga, lenta, que no aburrida, que consigue crear un ambiente y atmósfera característica hasta el final, gracias a una magnífica puesta en escena y fotografía. Sin quitarle el mérito, es algo que podemos atribuirle a la gran mayoría de películas que vemos hoy día. Lo que es más complicado es crear una buena historia, con sentido desde inicio a final. Todd Field tiene en sus manos (su propia creación) una buena historia, efectivamente, pero no acierta a la hora de escoger qué elementos quiere enfocar y qué elementos no quiere mostrar. Y lo que subyace de ello es que no sabe realmente qué es lo quiere contar. Pero ante todo, argumentémoslo.
La película empieza con unos créditos iniciales, que más bien hacen pensar al espectador que quizá se haya equivocado de sala y esté viendo el final de otra. Innecesario. Después, continua con dos escenas larguísimas de diálogo tanto en un anfiteatro como en un restaurante. En mi caso, siempre a favor de diálogos largos, no obstante, y a pesar de la cualidad de su contenido, no logra enganchar, se hace lento y uno se da cuenta de que se podrían recortar partes.
De nuevo, ¿qué nos quiere contar? En primer lugar, en el tráiler aparecen muchas (de verdad, muchas) escenas que luego no vemos en la pantalla. En segundo lugar, y sin pretender hacer publicidad a la competencia, la sinopsis escrita en filmaffinity se centra principalmente en el papel clave de la hija adoptiva Petra, que sirve de apoyo emocional cuando Lydia está en apuros. En tercer lugar, el propio Field explica que quería contar la historia de una persona proveniente de una familia obrera, de clase baja, que encuentra su válvula de escape en la música clásica, campo en el que progresivamente va labrando su camino hacia la cumbre. Sin embargo, una serie de distracciones alejan a esa pequeña niña de su sueño. Por último, nos hallamos también inmersos en un thriller descontextualizado, en el que muchos elementos, que suponemos que son miedos del personaje provenientes de experiencias pasadas, no son explicados o son demasiado implícitos.
Todo lo anterior hace pensar que ha habido un tremendo trabajo de montaje, que quizá no haya resultado del todo satisfactorio o convincente, por el mero hecho de tener a un personaje perfectamente pensado y planeado como es el de Lydia Tár, pero sin saber muy bien qué hacer con él. En la película se ha optado por el tema principal de la distinción entre autor y su obra, pero considero que seguro se barajaron y pusieron sobre la mesa otros derroteros.
Para finalizar, quiero apuntar que la crítica ha sido (o está siendo) escrita al compás de la quinta sinfonía de Mahler. Mi primera vez, podríamos decir. Desde la lejanía, la trompeta (ya he dejado claro que no soy experto, pero me parece que es este instrumento) anuncia lo que está por venir: el caos, el declive.
Lydia interrumpiendo el concierto del que ha sido sustituida y sonrojándonos a todos con su comportamiento
. ¿No os parece que este clímax está muy logrado y sentido en la película? ¿Y no os parece que, aún así, Whiplash lo consigue llevar a un nivel superior, quizá debido a la mayor duración de la escena? Sea como fuere, la he disfrutado mucho, que es lo realmente valioso.