En la región italiana de Asís, en el año 1211, la joven Chiara cumple los dieciocho años. Una noche se escapa de su casa para poder reunirse con su buen amigo Francesco. A partir de ese encuentro toda su vida cambia para siempre. La joven tira de todo su carisma y poder de convicción para plantar cara a las ataduras de su familia acomodada, e incluso del mismísimo Papa de Roma. Su lucha no es sólo suya, sino también por las mujeres que la acompañan y ansían la libertad. La historia de esta joven es la historia de una Santa y de una revolución.