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Gonzalo Sánchez Ariza
5 críticas
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3,0
Publicada el 9 de diciembre de 2024
Vanilla Sky es una mezcla entre drama, película romántica y ciencia ficción, que, si bien es una película entretenida, no se hace pesada, no acaba de encajar bien todas las piezas.
La esencia de la película es la evolución del personaje de Tom Cruise, exitosos y atractivo, que sufre un accidente que le desfigura la cara. Cruise debe afrontar el proceso de aceptación propio para continuar con su vida, al mismo tiempo que aceptar que puede ser amado por los demás independientemente de su aspecto físico. En este proceso la película va jugando con el espectador, haciendo dudar entre un avance en el camino de la superación y unos problemas mentales que se lo impiden. Esto, que podría ser un desarrollo interesante, acaba evolucionando en una película de ciencia ficción de un modo un tanto brusco y poco natural que resta credibilidad a todo lo que hemos ido viendo anteriormente.
En el aspecto positivo, tenemos a Tom Cruise recordándonos el gran actor que era en los 90 e inicios de los 2000, y a Cameron Diaz y Penélope Cruz que complementan muy bien la película con sus actuaciones.
En resumen, es una película con un buen potencial que no ha sido explotado como merecía.
Mr Cruise hace gala de su ego desde que nació como actor y ya deberíamos estar acostumbrados, sin embargo, tomar un buen guión que logró una buena película y deshacerlo despiadadamente es una falta grave. Esta versión hecha para promocionar la carrera de Mr Cruise carece de interés y si el cine es arte, vanilla sky no es cine. Odio las películas promocionales de algunos actores y actrices hollywoodenses que utilizan el cine para endiosarse mientras alguien paga por obtener una pizca de calidad. De nuevo Mr Cruise lo hace; su nivel actoral es elemental y el se esfuerza por mantenerlo así en beneficio del sistema lo cual podría sonar absurdo pero no lo es. La mediocridad parece instalada en ese mundo de escenarios y personajes como si existiera un orden superior que impide alzar vuelo. Todos deben abstenerse de soñar con algo mejor. Todos deben adorar a esos rostros brillantes de la pantalla obviando su pobreza empapada de millones. Hay poco que salvar de películas como las de tom Cruise a menos que todavía tengamos ganas de homenajes pegando sus fotos en una pared.