La cuenta atrás del "boy scout"
por Pilar CuestaSon numerosos los thrillers que combinan en su trama asuntos de espionaje político junto a las alianzas emocionales de algunos de los implicados y que, además, hacen coincidir la acción a la que asistiremos con el último día en el cargo de uno de los protagonistas. Asistimos en ‘Spy Game' al último día del agente de la CIA Nathan Muir (Robert Redford), al que marcharse de la agencia no le va a resultar tan fácil. Tom Bishop (Brad Pitt), a quien él había entrenado, acaba de ser secuestrado por autoridades chinas.
Tony Scott vuelve a contar con un par de caras conocidas para acometer un nuevo producto adrenalítico sobre el que desenfundar sus habituales marcas, en cuanto a movimientos de cámara, montaje y posproducción. Vuelve a romper el tiempo lineal para invadir el presente con continuos y agotadores flashbacks que reconstruyen la relación entre Nathan y Tom desde Vietnam. Parece que el propio relato duda de si sabrá mantener el interés y acuden en su ayuda tics y otras virguerías formales que acaban resultando molestas.
A favor: Entretiene, pero no emociona y algunos pasajes resultan muy largos.
En contra: Las florituras formales y las redundancias innecesarias acaban por hacernos perder el interés.