Prometedor comienzo en Hogwarts
por Covadonga G. LaheraChris Columbus, el conocido realizador de Solo en casa y guionista de Gremlins y Los Goonies, encabezaba un más que estupendo pistoletazo de salida para la traslación cinematográfica de la saga literaria creada por J. K. Rowling. Harry Potter y la piedra filosofal se toma el tiempo necesario para irnos presentando con un absorbente y elegante ritmo narrativo su microcosmos fantástico, sus criaturas y objetos mágicos, que posibilitarán que Harry abandone su despótico hogar familiar adoptivo en su undécimo cumpleaños para ingresar en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, donde podrá empezar a desarrollar sus destrezas como mago.
La suma de elementos del apartado técnico y artístico se complementan con gran acierto en una prodigiosa puesta en escena que nos lleva desde el andén 8 y ¾ pasando por una tienda de varitas y escobas hasta la confrontación con un monstruo de tres cabezas y un impresionante partido de "quidditch" en el aire. Columbus sabe armar una primera entrega para niños y grandes, donde los efectos especiales están al servicio de la historia, la música contribuye a la hipnosis y cuyo guión ejecuta una estupenda presentación de personajes y una esmerada dosificación de información para llegar al round final de esta primera aventura de Harry Potter.
A favor: Su diseño de producción y materialización visual y narrativa. La admirable coherencia alcanzada entre forma y fondo. El partido de quidditch sobresale en una ya de por sí espectacular propuesta.
En contra: Alguna leve caída de ritmo a lo largo de sus dos horas y media de metraje.