Ha pasado un año, y Jim (Jason Biggs), Oz (Chris Klein), Kevin (Thomas Ian Nicholas) y Finch (Eddie Kay Thomas) deciden para pasar juntos el verano. Para poder tener independencia y perseguir mujeres, como tradicionalmente acostumbran, aunque sin éxito, deciden alquilar una casa en la playa. Como el alquiler es algo caro deciden invitar también a Stifler (Seann William Scott), quien además de tener mucho dinero, supuestamente sabe mucho de mujeres, aunque su personalidad es detestable.
Comedia típica americana, chistes simples y un humor hipersexualizado pero con gags que funcionan y unas interpretaciones muy buenas que acentúan muy bien los estereotipos de cada personaje.
Tiene ese aire juvenil y con una estética californiana y playera, muy bien acompañada de canciones punk rock noventeras, todo temazos además. La trama es simple pero las distintas historias que envuelven a los personajes la hacen más interesante. Vemos a un personaje interesado por las artes tantricas, uno más maduro que ejemplifica bien lo que es tomar buenas decisiones y quien lleva una relación estable y sana, el que lo acaba de dejar y tiene que superar esa ruptura, el que se siente muy inseguro sobre su sexualidad y muy confundido (y también muy salido pero como el 90% de los personajes) y a Stifler, un personajazo.
No es mala tampoco, tiene ese ambiente gamberro sumado a unos personajes tan patéticos que resultan hasta entrañables. Entretiene y divierte, mejor que la primera.