¡Nadie me quitará mi oro!
por Tomás AndrésSi alguien pensaba que John Wick era el personaje más letal e imbatible que iba a pasar por las salas este año es que no conoce al protagonista de Sisu: un ex militar finlandés que hace frente él sólo a todo un batallón nazi, con tal de proteger el tesoro que ha estado buscando con esmero los últimos años de su vida. A pesar de ambientarse en la Segunda Guerra Mundial, lo importante en la película de Jalmari Helander es la masacre que lleva a cabo esta versión escandinava de Rambo contra todo un grupo de soldados nazis, a cada cual más cruel y sucio. Sisu es prácticamente una 'comedia slasher de acción' donde estos indeseables villanos no pueden irse de rositas y son tiroteados, apuñalados, ahorcados o vuelan por los aires. El protagonista hace justicia a su apodo de "inmortal" y parece indestructible ante el tremendo desafío que se le plantea.
Para este crítico es un placer absoluto sentarse a ver a un anciano eliminar a un pequeño ejército de nazis armado sólo con un pico y una absoluta determinación de salvar su preciada carga. Es una cinta escandalosamente divertida en la que se derrama sangre como si fuera cerveza en una despedida de soltero, que tiene suficientes guiños en pantalla como para asegurarnos que Helander no se lo toma todo tan en serio como para que no podamos reírnos un poco con tanto nazi asesinado de la manera más bestia posible. Un filme que para muchos puede resultar desagradable y brutal. Para otros tantos quizá sea folclórica, desgarradora y algo divertida. Pero, sin embargo, para otros tantos resultará una salvaje sucesión de muertes para ovacionar, y cuyos 'gags' -cuanto más bestais, mejor- dan ganas de aplaudir. No se la pierdan.