Salvar la Navidad (otra vez más)
por Andrea ZamoraLo de salvar la Navidad como premisa de película navideña se ha vuelto tan repetitivo como las interpretaciones de Dwayne Johnson. El actor llevan encarnando el mismo personaje tantas veces que es misión casi imposible saber a qué filme pertenece cada uno de sus papeles: mismos gestos y mismas frases dichas con la misma solemnidad. Red One no iba a ser menos. La película del director Jake Kasdan es Johnson siendo Johnson otra vez, en la misma situación en la que ha estado antes y en una película que ya ha hecho antes.
El actor de Fast & Furious interpreta en Red One a Callum Drift, la mano derecha de Santa Claus. Es el jefe de seguridad de Papá Noel en un Polo Norte más tecnológico que mágico. La víspera de Nochebuena, el día para que el todos los habitantes de este lugar escondido llevan preparándose y ensayando 363 días del año, Santa Claus es secuestrado.
Callum, un empleado perfecto, serio y muy responsable, pero que ha perdido la fe en las personas, se ve entonces trabajando codo con codo con Jack O'Malley, un pirata informático del mundo de los humnos que podría adivinar quién está detrás del crimen. La misión de los dos es, por supuesto, salvar la Navidad.
Red One no consigue ser un evento lo suficientemente especial para destacar en el panorama cinematográfico navideño. Los personajes no son lo carismáticos que se necesita, las situaciones tampoco resaltan por su originalidad y hay diálogos que rozan lo ridículo y no consiguen despertar lo que se proponen: la risa.
La película de Kasdan tiene buena intención cuando intenta evocar aquellos filmes de aventuras de los años 90, pero solo roza la propuesta con los dedos. Chris Evans, que da vida a Jack O'Malley, se esfuerza mucho por hacer que su personaje funcione, pero él y Johnson no tienen demasiada química y sus actuaciones no están equilibradas. Evans es todo sorpresa y Johnson todo letargo. No encajan. De un reparto principal en el que también están Lucy Liu y Kiernan Shipka, solo sale airoso J.K. Simmons, el Papá Noel más atlético de la historia.
Lo que sí destaca de forma positiva en Red One es el uso que da a la mitología navideña y el folclore europeo para asentar la aventura de Callum y Jack. Sin duda, lo mejor es su versión de Krampus, una suerte de Santa Claus malvado.
Pese a sus errores, Red One no deja de ser una propuesta dedicada a los niños divertida y entretenida a ratos, pero también es una prueba más de que, quizá, salvar la Navidad está sobrevalorado.