La carrera vanguardista de Mary, como actriz, intérprete y activista, marcó un hito en la revolución de la imagen femenina en los medios de comunicación, desafiando los estereotipos y redefiniendo el papel de la mujer en el mundo del espectáculo.
A través de su arte y su compromiso social, Mary inspiró a varias generaciones a soñar en grande y a luchar por su independencia, convirtiéndose en un icono de empoderamiento que dejó una huella imborrable en la cultura y en la lucha por la igualdad de género.