La historia narra la compleja y profunda relación entre dos mujeres que comparten su jornada laboral en un teleférico que serpentea a través de las impresionantes montañas de Georgia. Ambas trabajan en un entorno aislado y, a la vez, sobrecogedoramente hermoso, donde las vastas panorámicas de paisajes montañosos cubiertos de niebla se convierten en el telón de fondo constante de sus vidas cotidianas. A lo largo de los días, su convivencia en este espacio tan particular y limitado las obliga a confrontar no solo las dinámicas de poder y confianza entre ellas, sino también sus propias inseguridades, sueños y heridas personales.
La convivencia diaria en el teleférico, una estructura que las transporta entre las alturas, también refleja la montaña emocional que ambas deben escalar en su relación. En un espacio cerrado y suspendido entre el cielo y la tierra, las mujeres desarrollan una conexión que va más allá de lo profesional. Aunque sus personalidades pueden ser contrastantes, y a veces incluso opuestas, encuentran una forma de comprensión mutua que las desafía a salir de sus zonas de confort. A medida que surgen tensiones, secretos y momentos de vulnerabilidad, la relación se convierte en un reflejo de las montañas mismas: escarpada, impredecible, pero profundamente transformadora.