Rickey Hill es un joven de un pequeño pueblo de Texas que sueña con jugar béisbol profesionalmente a pesar de una grave discapacidad física. Criado en una familia de escasos recursos y profundamente religiosa, Rickey lucha contra las limitaciones impuestas por su degenerativa enfermedad espinal, que lo obliga a usar aparatos ortopédicos en las piernas.
Con el apoyo de su madre y abuela, y enfrentando la resistencia de su estricto padre pastor, Rickey desafía las expectativas y persigue su pasión con una determinación inquebrantable.