Debido a su apretada agenda, Sean Connery tuvo que rodar todas sus escenas durante una semana. Incluso hizo una apuesta con Russell Mucahy de que no podrían terminar en siete días, y el director ganó.
Cuando aceptó su papel, Christopher Lambert apenas sabía hablar inglés. La otra película que hizo en ese idioma fue Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos, en la que sólo pronunciaba un par de palabras.
Sean Connery y Christopher Lambert se llevaban tan bien durante el rodaje que se llamaban entre ellos con los nombres de sus personajes aunque no estuvieran trabajando. De hecho, fue gracias a la insistencia de Lambert por lo que Connery regresó para Los inmortales II: El desafío.
La principal inspiración para el argumento fue Los duelistas, de Ridley Scott.
Dos de los principales actores de la película han puesto voz al mismo personaje en el videojuego Mortal Kombat. Es el caso de Clancy Brown y Christopher Lambert con Lord Rayden.