Segunda guerra mundial, el físico Julius Robert Oppenheimer (Cillian Murphy) dentro del Proyecto Manhattan, crea ensayos nucleares para construir la bomba para EEUU. Una vez ve creada reflexiona sobre su creación y desde entonces su vida dependerá del uso de armas nucleares.
NUESTRO GALACTUS
Wow, quién iba a decir en aquella época, los 40, que ya tendríamos creado el arma más letal y destructora cómo ha sido la bomba atómica, creada por J. Robert Oppenheimer, un físico neoyorquino de 1904 de orígen judío. No sé cómo vivió esa experiencia el ser humano pero en la sala del cine la he vivido cómo si fuera real con los temblores de las butacas. Además de que me tocó reservarlas en la 2a fila. Con los pelos de punta hasta el final.
Christopher Nolan regresa a las pantallas después de Tenet para demostrar una vez más que puede hacer lo que quiera, contándonos en este caso la biografía de Oppie (Cillian Murphy) y el monstruo que creó con el Proyecto Manhattan, lanzado en Hiroshima y Nagasaki en nombre de Harry Truman (Gary Oldman, el James Gordon de El Caballero Oscuro, obras maestras de nuestro Nolan), 33o presidente de EEUU, que acabó con la guerra en 1945.
TRES HORAS, PERO NOLAN HACE QUE NO QUIERA MIRAR EL RELOJ.
Sonará muy típico, pero es uno de mis directores favoritos hasta el momento, aunque aún me falta mucho director por descubrir, pero me hace sentir algo diferente a los demás, es tán perfeccionista con cada segundo de la trama. Sus historias me fascinan, crea de ellas una paradoja y las vuelve lo más intimista posible. Nos hace pensar, reflexionar. Tratar temas que en nuestro día a día no cobran vida. Le puede salir mejor o peor pero su huella no desaparece y le reconocemos.
No quiero estropear la película con mis palabras. Pero cada vez que la veo me emociono más. Nolan no solo nos trae una película histórica cuyo tiempo no abruma porque está perfectamente narrada. Es una reflexión de lo más profunda sobre la moralidad de la ciencia y la condición humana añadiendo una banda sonora excelente que te hace ver las mismas visiones que tiene Robert, son increíbles. Al salir del cine guardé instantáneamente la banda sonora en mi playlist.
Y por si fuera poco, también tenemos el lujo de presenciar actuaciones merecedoras de Oscar y merecidas de Cillian (Oppenheimer) y Robert Downey JR (Lewis Strauss), sólo estos dos pueden protagonizar a estos grandes personajes que te obligan a adentrarte en ellos entendiendo todos sus puntos débiles y fuertes, los hacen creíbles y conmovedores. Aunque los personajes femeninos no hayan tenido tanto papel en esta, tenemos a una Emily Blunt (Kitty Oppenheimer) poderosa, con unas reacciones faciales y frases fuertes, con gusto de presenciar. Lo mismo opino de la encantadora Florence Pugh (Jean Tatlock) que me ha hecho la historia más amena cuando ella aparecía. Pocos momentos pero fabulosos.
En general, el reparto es brutal, hay intérpretes que no han tenido tanto protagonismo pero se nota que tienen que estar ahí: Rami Malek (David L. Hill), me encanta este hombre, Josh Peck (Kenneth Bainbridge), David Dastmalchian, Dane DeHaan (Kenneth Nichols). Y el gran Tom Conti interpretando al físico Albert Einstein, y muchos más.
Más películas así necesitamos en el cine y presenciarlas con inquietud, que te lancen esas sensaciones cómo hace esta historia, que hoy en día poca gente experimenta, a veces por obligación social. Y se agradece, incluso emociona. Que bonito es el cine. Y cómo lo echo de menos cada vez que salgo de él.
RICARDO VALERO, JULIO 2023, ESPAÑA.