Película centrada en el mundo de los payasos activistas. En el filme vemos actuaciones en campamentos de refugiados en Palestina (con Iván Prado y su Festiclown), pasando por una iglesia consagrada a un pato de goma en Madrid (Leo Bassi y su "Paticano") y llega hasta orfanatos en Rusia (con Patch Adams). Héctor Carré termina por convertirse también en clown y en la película se reflexiona sobre fe, magia, risa, amor y el poder curativo de la actitud de los payasos hacia la vida.