"Aquí entrenan a diario los mejores boxeadores del mundo" reza una placa en el exterior del gimnasio de Stillman. Thomas Rocco Barbella no es boxeador. Tan sólo es un luchador desesperado que necesita pasta. Así que entra en el gimnasio, se inventa el nombre de Rocky Graziano, acepta un entrenamiento a cambio de diez dólares y...tumba a todo un peso ligero. El nombre es pegadizo. Y también lo es el impacto de esta edificante historia acerca del ascenso de Graziano desde la pobreza y la rabia hasta el título de peso medio. En su segunda película Paul Newman interpreta al rey del cuadrilátero. Para este papel se preparó en parte con reuniones con el propio Graziano para estudiar su forma de hablar y sus maneras.
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