Opiniones sobre El mago de Oz

"El Mago De Oz" es un memorable clásico musical, dirigido por el gran Victor Fleming, que en la actualidad es considerado una película de culto, a pesar de ser, en la práctica, una fábula infantil. El mundo de Oz creado por L.Frank Baum a principios del siglo XX, encontró rápidamente interés de los nacientes estudios cinematográficos de Hollywood, lo que reflejaría en las primeras adaptaciones silentes "The Patchwork Girl Of Oz" (1914), "The Magic Bon Bons" (1915), "Like Babes In Woods" (1917) y "The Wizard Of Oz" (1924), que evidentemente tenían las falencias técnicas y narrativas de los primeros intentos en el cine de entonces. La llegada del sonido y, posteriormente, del color al cine, hizo que muchos films realizados en la época muda fueran reversionados con la nueva tecnología y, por supuesto, "El Mago De Oz" (1939) no sería la excepción. Concretamente, el éxito de Disney con la versión animada de "Blanca Nieves" (1937) despertaría el interés de la Metro Goldwyn-Meyer por hacerse con los derechos de la novela de Baum y rodar una versión con actores. Resultaría curioso, pero la realización del film que terminaría estando a cargo de un inspirado Victor Fleming, escondería detrás de su virtuosismo técnico, una cadena de imprevistos, disputas y problemas técnicos. Y dentro de ello, el guión pasó por diversas manos, desde las propuestas de William H. Cannon, Herman J. Mankiewicz, Ogden Nash hasta la versión final de Noel Langley, quien terminó por incluir los elementos mágicos que hacen de la historia, un cuento de hadas. Pero este tema no queda ahí: según se dice, intervendrían otras diez personas en su elaboración.

Innegablemente el guión tiene varias metáforas reflejados principalmente en los colores, a saber, los mencionados colores sepia para representar a Kansas y el contraste multicolor de Oz, el camino de ladrillos amarillos versus el rojo, el color verdoso del rostro de la bruja, los rojos amenazantes en el escondrijo de la Bruja del Este y un largo etc. Y seres fantástico con cierto aire de maldad, como los árboles malvados, los monos voladores y, ciertamente, la Bruja del Este. Para la época en que se rodó está bastante avanzada, pero tampoco se pueden encontrar mensajes más complejos o cuestiones acabadas, en mi opinión, sino más bien la habilidad del director de poner el guión en escena. Sí, porque si somos muy críticos, el guión no termina por ahondar en el conflicto inicial de la vecina molesta por el perro de Dorothy y porque la bruja en realidad no es tan mala y no es tan temible. Quizás para su época, sí, pero aún así, no deja de ser curioso que la villana no despierte en realidad un sentimiento de antipatía o de miedo en el espectador infantil, en especial cuando se nos dice que la bruja está molesta porque mataron a su hermana (también bruja) y quiere justicia. De la misma forma, poco importará al final de cuentas la farsa del personaje de Oz, que se contrapone un tanto con la naturaleza fantástica del relato. Ahora bien, con semejante cantidad de intervinientes en el guión, no es de extrañar que la película terminara teniendo cuatro directores. Entre Mervin LeRoy, Richard Thorpe, Norman Taurog y Victor Fleming se intercambiarían la silla de director, en gran medida porque también estaban haciéndose cargo de "Gone With The Wind" (1939). Por mucho que se diga que no hubo problemas de criterio y carácter con los productores, es indudable que el riesgo del fracaso por tanto cambio de director, siempre estuvo presente, pero aún así, la cinta terminó sólidamente rodada con la habilidad y carácter de Fleming.

Como superproducción, sin embargo, el mayor mérito del film es su puesta en escena. Una de las primeras muestras de la acertada e impresionante escenificación es el hecho de que tanto el prólogo como el epílogo estén rodados en un color sepia, simbolizando el apagado y triste Kansas, para pasar al mágico y colorido mundo de Oz, en donde los productores no escatimaron en la construcción de inmensos, coloridos y detallados decorados, que tienen su clímax en la llegada de Dorothy a Oz y el desfile de las criaturas fantásticas que en él habitan. La película tendrá otros momentos dignos de ser recordados como la llegada a la guarida de la “malvada” bruja y todo su oscuro mundo, con una correcta utilización de colores oscuros en contraste con rojos amenazantes. Así, con la increíble fotografía de Harold Rosson, tan recordada y que le da lección a varias producciones actuales que cuentan con tecnología que Rosson no contaba. Otro aspecto a destacar es el maquillaje, a cargo de Jack Dawn, quien trabajó dedicadamente con su equipo en la caracterización de los personajes principales. En el caso del León Cobarde, por ejemplo, se confeccionó un traje de pieles auténticas de león, de cierto peso, que obligaba al actor a quitárselo cada 20 o 30 minutos. Para el Hombre de Lata, hubo problemas con los químicos de los aerosoles que ocuparon para pintar el traje de plateado y el rostro del actor. Habría que cambiar de actor, ya que el original terminó intoxicado con aluminio en polvo. En el caso del Espantapájaro, se diseñó la cabeza de harapos y paja con gomaespuma sobre un vaciado de yeso. Y en el caso de la Bruja del Este, se trabajó con moldes de arcilla, grasas especiales y prótesis de goma.

Por otra parte, el film contaría con dos experimentados profesionales de los efectos especiales, como Arnold Gillespie (“Ben-Hur”, 1959) y Cedric Gibbons (“Quo Vadis”, 1951). Entre ambos, firman logradas escenas fantásticas, como por ejemplo la del huracán que desde lo lejos comienza a aproximarse a la casa de Dorothy, realizada con un tubo que absorbía aire comprimido, humo y polvo para generar el cielo tormentoso. Otra escena digna de destacar es la de los monos voladores, de goma y enanos vestidos como tales, colgados con el más delgado de los hilos. Las escenas en las que aparecía la Bruja del Este, por ejemplo, la de la bola mágica se hizo con proyectores y espejos, mientras que aquella en la que se derrite la bruja, se ocupo desde una grúa hasta hielo. No hay que olvidar que la cinta es un musical, y en ese sentido reconocer que los segmentos musicalizados están bien estructurados y resultan divertidos. Canciones que tienen que ver directamente con los personajes, como “We’re off to see the wizard”, “If I only had a brain”, “If I were King of the forest” y la reconocida “Over the rainbow”, y que quedarían para siempre en la mente colectiva del cine. Entre paréntesis, referente a los aspectos técnicos, hay una serie de leyendas urbanas, que van desde el supuesto enano colgado en el fondo del decorado del bosque, el casi accidente de la Bruja de Este que termina con la actriz quemada e intoxicada con partículas de cobre de su maquillaje, la casi intoxicación del actor del Hombre de Lata por exposición a los químicos y los látex, la inmortal banda de rock psicodélico Pink Floyd y su supuesto “Dark Side of the Rainbow”, que supone que el legendario álbum “Dark Side of the Moon” (1973) está perfectamente sincronizado por la película, hasta supuestos enanos prófugos de Europa en el reparto.

Las actuaciones son correctas y bastante agradables, aunque teatrales, pero eso le ayuda a ser más livianas y bien recibidas por el público infantil y adulto. Entre el reparto, mencionar a la icónica Judy Garland en la piel de Dorothy Gale, con sus 17 años llena de luz y dulzura a su Dorothy, dotándola de fragilidad, inteligencia, melancolía, amor, extraordinaria su interpretación. Judy tuvo una vida personal tumultuosa, con 5 matrimonios, sufrió adicciones al alcohol, a las drogas, padeció anorexia, sumado todo esto y más provocó su temprana muerte a los 47 años, causados por ingesta de barbitúricos, versión oficial paro cardiaco, se sospecha fue suicidio, este rol de Dorothy fue su momento álgido. Ray Bolger es Hunk, el espantapájaros, muy bueno en su papel, exponiendo vulnerabilidad, con un lenguaje físico de invertebrado fabuloso. Jack Haley como Hickory, el hombre de lata, estupendo con sus movimientos a lo robocop. Bert Lahr encarna a Zekem, el león cobarde, demuestra un gran carisma y fuerte personalidad. Margaret Hamilton creó Icono con su malévola Bruja del Este, muy siniestra y "aterradora" su actuación. Y para finalizar, Frank Morgan como el Mago de Oz, muy divertido, manipulador y dicharachero en su personaje.

En definitiva, memorable clásico de culto, que como musical debería estar entre los más grandes de su género y con una factura técnica innegable, aunque a ojos actuales puede parecer un tanto pueril e ingenua. Una obra eterna tanto en papel como en rollo de película. Victor Fleming descubrió al gran público esta historia y, aunque cambió algunos detalles, mantuvo la esencia de la novela, que vive de las múltiples lecturas y añadió escenas para el recuerdo, destacando las tres en las que "Dorothy" se encuentra con sus pintorescos compañeros de viaje. Sumando un color nunca visto hasta el momento, el hecho de pasar a la historia era, valga la redundancia, cuestión de tiempo.

FilmeClub.com

Un clásico espectacular del cine, no importa que edad tengas ni cuando la veas, siempre te va a conmover y gustar esta obra de arte.

Excelente película, perfecta para cualquier día a cualquier hora. Buenas actuaciones, buena música y buena fotografía. Muy rcomendable.

No está disponible la pelicula , deberían subirla ....................................................