Claude (Alain Cohen) es un niño judío de ocho años que vive en la Francia ocupada por los nazis. Para reducir las posibilidades o evitar que el niño sea enviado a Auschwitz o a algún otro campo de concentración, sus padres le envían a vivir -práctica bastante común en aquel momento- con una familia de granjeros católicos de edad avanzada, que son los padres de unos amigos de sus propios padres. Allí creen que el niño se encontrará a salvo. Sin embargo, ese acogimiento es aceptado sin saber que el chaval es judío. Claude adopta un nuevo nombre, Longuet, y aprende unas cuantas cuestiones básicas del rito católico. Será también clave ocultar a todo el mundo que está circuncidado. En la hora del baño simulará ser extremadamente pudoroso con su intimidad. Es un niño que se muestra agradecido, que va haciendo algunos amigos y que entablará una cálida relación con sus abuelos adoptivos, Pepe (Michel Simon) y Meme (Luce Fabiole).
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