Tras ser despedido, Antoine -antiguo responsable de RRHH de una importante cadena de bricolaje- opta por quedarse en casa para cuidar de sus 4 hijos. Es un nuevo trabajo que hace la mayor parte del tiempo solo, ya que su mujer Isabelle está muy ocupada con su nuevo trabajo de abogada. Los papeles en la familia Mercier se han invertido claramente en los dos últimos años, y Antoine empieza a sentirse cada vez menos capaz de hacer frente a las energéticas exigencias de su familia. Por eso, unas vacaciones de diez días en la montaña se presentan como un regalo del cielo para el padre de familia en el que se ha convertido. Por desgracia, un caso inesperado cae del cielo para Isabelle y no puede viajar con el resto. No le queda más remedio que dejar que Antoine se vaya a esquiar 10 días solo con los 4 niños.