El huérfano Andreas Egger (Ivan Gustafik) no puede hablar precisamente de haber tenido una infancia despreocupada en una remota granja de los Alpes austriacos. Nadie sabe exactamente qué edad tiene cuando llega a la granja de Kranzstocker (Andreas Lust) hacia 1900. Y el granjero tampoco tiene mucho uso para Andreas, le obliga a realizar trabajos desagradables y le recompensa con violencia. Sólo Ahnl (Marianne Sägebrecht) parece tener debilidad por el chico. Por eso Andreas (Stefan Gorski), ya adulto, se entristece tanto cuando ella muere. Pero ahora no hay nada que le impida quedarse en la odiada granja y construir su propia vida con el amor de su vida, Marie (Julia Franz Richter). Pero su felicidad dura poco. La Alemania de Hitler sumerge al mundo en la guerra y Andreas se ve obligado a servir en el ejército hasta que finalmente acaba como prisionero de guerra en la Unión Soviética. No le queda mucho de la vida que una vez soñó, pero puede estar cerca de su Marie por última vez.