Al regresar de un viaje de caza en el bosque, el coche de la familia Henderson golpea a un animal en la carretera. Al principio George (John Lithgow), Nancy (Melinda Dillon) y sus hijos, Sarah (Margaret Langrick) y Ernie (Joshua Rudoy), temen que sea un hombre, pero cuando examinan el supuesto cuerpo se llevan una gran sorpresa: el ser tiene aspecto de animal, pero posee un tamaño mucho mayor. La familia descubre, entonces, que en realidad se trata de un "Bigfoot" llamado Harry (Kevin Peter Hall), una criatura gigante y peluda que huele fatal. La familia cree que está muerto por lo que deciden llevarlo a su casa, creyendo que pueden exhibirlo y así ellos pueden beneficiarse económicamente. En realidad, “Bigfoot” no está muerto, sólo herido y lejos de ser un monstruo abominable al que temer, “Bigfoot” es un gigante encantador. Después de algunos problemas iniciales, Harry logra conquistar a todos los Henderson. En sus intentos por mantener a Harry un secreto, los Henderson tienen que esconderse de las autoridades y un hombre, que quiere cazarle a toda costa. Pero, “Bigfoot” escapa una vez más...
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