En la diminuta y tranquila ciudad de Kalgoorlie (Australia) nunca pasa nada fuera de lo normal. Es uno de los sitios más tranquilos del país. Allí vive el adolescente Ben Wakeley y su familia, su vida es normal hasta que una noche aparecen en su hogar unos extraños criminales con el rostro tapado con máscaras. Estos delincuentes decidirán llevar al límite a Ben y a sus seres queridos.