Crítica de SensaCine.com para Scream VI: Una secuela para manter viva la saga

La perspectiva de un nuevo Scream sin el fallecido Wes Craven se antojaba complicada con una quinta entrega, titulada simplemente Scream en un guiño a la nomenclatura de la mayoría de las "renovaciones de la franquicia". Sin embargo, el nuevo reparto era eficaz, y capturó la sensación paródica hacia la historia de Kevin Williamson y del subgénero 'slasher' con todos sus tropos. A pesar de ello, los guionistas James Vanderbilt y Guy Busick al tratar de burlarse de la naturaleza de este tipo de productos, se perdieron en una marea de referencias y se olvidaron de dar miedo de verdad. Sin embargo, Scream VI es una continuación terrorífica y profundamente divertida que lleva la saga en una nueva dirección, sin olvidar su legado.

Scream VI es una una especie de 'reboot' espiritual de Scream 2 (además de ser la mejor secuela de la franquicia desde aquella), con su ambientación universitaria, un nuevo grupo de intereses amorosos, compañeros de piso y policías muy involucrados en el caso. Los coqueteos de esta nueva entrega con la metaficción no son tan recurrentes, lo que libera a los guionistas para darnos un poco de tiempo de calidad con personajes nuevos y viejos, y es más fácil disfrutar del filme. Tiene buen ritmo, los asesinatos son ingeniosos y los 'gags' están muy conseguidos. Además, los directores han conseguido mantener el tono de misterio de la época de Craven, y eso es una una grata noticia.