El cocinero Santi Cordón realiza un viaje en bici desde su Tudela natal hasta el Festival de Málaga, para presentar un documental sobre los últimos hortelanos. En este viaje sostenible de 900 kilómetros le acompaña el permacultor malagueño Alberto Marín. Fruto de este periplo surge un documental en el que sus protagonistas plantan una huerta sobre una bicicleta. Esta aventura es una incursión a la España olvidada para escuchar la romántica lucha de sus últimos quijotes, intercambiar semillas con ellos y poner en valor un tesoro culinario en vías de extinción.