Carmen viaja a la costa para supervisar la remodelación de su segunda vivienda en la playa. Su marido, sus hijos y sus nietos suelen acudir al lugar durante las vacaciones de invierno. Cuando el párroco local le pide que cuide a un joven al que está alojando en secreto, Carmen se adentra en lugares extraños, que la alejan de la acomodada vida a la que está acostumbrada.