Konrad Nilsson llega a Noruega a los 12 años tras ser subastado como mano de obra gratuita. En 1906, con 17, Konrad clasifica cobre bajo una nube tóxica de azufre cuando recibe una oferta de trabajo del nuevo capataz de la mina más próspera de Noruega, un cínico suecoestadounidense contratado para sacar la máxima productividad a la empresa... a cualquier precio. Para Konrad es una gran oportunidad de mejorar su dura vida, pero la oferta no es tan generosa como parece y el joven deberá elegir lealtades en medio de la rebelión que dio forma a la Noruega moderna.