Andy Kaufman fue un artista inclasificable cuya corta pero impactante carrera desdibujó los límites entre la realidad y la ficción. Con un enfoque radical de la comedia y la actuación, desconcertó tanto como entretuvo, desafiando las expectativas del público.
Fue muchas cosas: un comediante, un provocador, un luchador profesional y un maestro del desconcierto. Su compromiso con sus personajes fue absoluto, borrando la línea entre su vida y su arte. ¿Era un genio o un farsante? La respuesta sigue siendo un misterio.