Orson lleva solo dos semanas en su nuevo trabajo en una gran organización, decidido a demostrar su valía. Se presenta siempre temprano, evita descansos y evita socializar, destacando por su meticulosidad y actitud engreída. Un día, durante un descanso, descubre una puerta secreta que lleva a un pequeño cuarto vacío y silencioso, el cual nunca parece ser notado por nadie más.
Al entrar, Orson experimenta una calma inexplicable, lo que lo lleva a sentirse cada vez más atraído por este misterioso lugar, hasta que su obsesión comienza a afectar su comportamiento.