Las redes sociales explotaron ante el anuncio de una película de Winnie the Pooh “miel y sangre”.
La idea sonaba inverosímil para propios y extraños, pero ya era una realidad, existía un trailer y nadie sabía que esperar.
Los personajes clásicos de la infancia de varios niños estaban siendo retratados por espeluznantes versiones asesinas.
Para empezar, no es totalmente cierto, puesto que sólo se cuenta con el personaje de Winnie y Piglet, siendo que Tigger no cuenta con una aparición debido a que todavía no expiran sus derechos de autor.
Y el personaje de Igor toma un giro inesperado recién comienza el filme. Por lo que sólo veremos a dos de los cuatro amigos.
La fórmula lucia prometedora, aunque su realización no fue así. En el apartado de efectos especiales, deja mucho que desear la caracterización nada convincente de Winnie y Piglet.
Apenas se cuenta con un protésico en la cara totalmente inmóvil; esto en la trama, se justifica en que los personajes perdieron la capacidad de hablar.
Otro desacierto es su vestimenta que poco o nada tiene que ver con los personajes, ya que se asemeja a la de un granjero y no es broma, podría darte más risa que miedo.
Narrativamente la trama es bastante mala, quizás la mayor genialidad son esos primeros segundos, donde vemos una animación que nos explica el macabro giro que dieron estos personajes a su transformación satánica.
No cabe duda que una adaptación así hubiera sido muy traumática para la infancia de varios niños, sin embargo, rápidamente se visualiza la poca calidad con la que cuenta posterior a esa secuencia.
Y es que no se esfuerzan en absoluto en generar ningún tipo de empatía con los personajes, no sabemos nada de las víctimas, así como aparecen van siendo asesinadas. Las muertes son bastantes simples, ninguna escena memorable o digna para recordar. Las secuencias están mal dirigidas con inexplicables saltos que dejan huecos en la historia y la hacen ver torpe.
No se puede rescatar mucho de la película, su diseño sonoro es pasable, cuenta con una musicalización aceptable, pero que no contrasta mucho con lo que vemos. Realmente podríamos decir que es bastante genérica la música.
Lo que se veía como una prometedora película de terror, terminó siendo un concepto mal ejecutado. Asombrosamente ha vendido las suficientes entradas para que veamos una segunda entrega, que esperemos, ahora con un presupuesto mejor, hagan una mejor película que su predecesora.