El director de este documental, Edward Buckles Jr. tenía 12 años cuando el huracán Katrina lo cambió todo. Ahora, convertido en cineasta y profesor medios de comunicación en Nueva Orleans, Buckles ha encontrado una causa común -y un trauma compartido- con los jóvenes cuyas vidas fueron moldeadas de manera similar a la suya.
Los entrevistados en la película tenían entre 3 y 19 años cuando llegó la tormenta: algunos se quedaron en Nueva Orleans y fueron rescatados de las aguas agitadas y sucias -tras días de miedo y hambre-, mientas que tros huyeron de la ciudad -viviendo en remolques envenenados de la FEMA-, preguntándose si alguna vez podrían volver a casa.