Si es difícil sacarle muchas conclusiones positivas a este tipo de productos cómicos familiares patrios, si añadimos el tema de los niños y niñas, la mayoría de los cuales quedan totalmente impostados y poco creíbles, el hecho de que es una secuela, y que la situación, si bien ya es inverosímil que suceda una vez, ya ni contamos con que se repita... Todo junto hace que una simple comedia familiar resulte menos creíble que la película de ciencia ficción más retorcida, y que la película se convierta en un tostón infumable. ¿De verdad hay que hacer estas simplezas para que la gente vaya a una sala?