Octavo largometraje del cineasta Víctor Matellano (Mi adorado Monster), en este caso un documental de creación, entorno a la dinomanía. Un viaje por la fascinación que suponen los dinosaurios a grandes y pequeños, propiciada fundamentalmente por el cine, y heredera de la admiración que desde siempre el hombre ha tenido por los dragones o las serpientes de mar. A partir del trabajo universitario de unas investigadoras, se unen los mundos de dos dinosaurios relacionados con España: el ficticio de El valle de Gwangi, película del mago de los efectos especiales, Ray Harryhausen, rodada en nuestro país -en Almería, Cuenca y Madrid- y el real, Concavenator Corcovatus, una especie carnívora única y local.