Cuando Ian Fleming se decidió a escribir su primera novela de espías, vivía en una pequeña ciudad jamaicana llamada Oracabessa. Al pensar en un nombre para su protagonista, Fleming escribió esta frase: "Me llamo Secrètan, James Secrètan". Este fue el primer nombre que se le ocurrió. Sería más tarde cuando rebautizó a su personaje, usando el nombre real de un conocido ornitólogo estadounidense llamado James Bond, especialista en aves del caribe.
De alguna manera, Ian Fleming, tenía algo en común con el personaje de James Bond. Durante la Segunda Guerra Mundial, el escritor había trabajado para el Servicio de Inteligencia Naval y después como espía hasta principios de la década de 1950. Escribir una novela de espías era un proyecto que llevaba rondándole desde hacía tiempo, y por fin pudo compaginarlo allá por 1952, cuando residía en Jamaica. Fue allí donde terminó de dar forma a este personaje.
Matthew Bauer debuta en la dirección de largometrajes con esta película.