Nunca pasó nada es una película coral ambientada en Lisboa (Portugal). En un barrio de las afueras de esa ciudad, tres jóvenes, Pedro, María y Paulo, andan por el límite del viaducto mientras pasan los coches por debajo. Meses atrás, António se muda a Lisboa para ayudar a su familia y descubre que son para él prácticamente unos extraños. Pedro y Paulo se irán acercando poco a poco, mientras Lena y Jorge, otros protagonistas de le película, se alejan. A todo esto, se suma un profundo y secreto pacto entre los tres adolescentes.