Wesley Snipes se consagró como héroe de acción con este thriller sobre un terrorista psicópata que secuestra junto a sus cómplices (entre ellos, una Liz Hurley pre proceso de auto-plastificación) el avión comercial que lo conducía a la cárcel. Snipes encarna al típico agente retirado porque no puedo salvar a su mujer de un crimen que se reencuentra consigo mismo al responsabilizarse de la seguridad del aeroplano.
Efectivo como modesto film de entretenimiento que dirigió con más funcionalidad que inspiración Kevin Hooks, 'Passenger 57' combina las dosis necesarias de acción con pequeñas muestras de humor, sobre todo provenientes de un shérif local de Luisiana donde el avión tiene que aterrizar, que desengrasan la tensión. Aunque Wesley Snipes salga victorioso, la partida en el fondo la gana Bruce Payne como villano tan atractivo como repulsivo, lo más inolvidable del film.
A favor: Bruce Payne, uno de esos grandes malvados de los ochenta.
En contra: una cosa es que el film no se tome demasiado en serio a sí mismo y la otra que frivolice la violencia.