Christian, un heredero millonario, conoce a Sigrid, una joven estudiante, a través de una aplicación de citas. Congenian rápidamente, pero solo hay un problema: Christian le habla de su perro y ese "perro" parece ser Frank, un hombre aparentemente secuestrado que se disfraza y actúa constantemente como un perro.
Una obra muy rara e incómoda, lo suficiente como para que algun día se haga un remake en Hollywood. Un multimillonario conoce a una chica, esta va a su casa y descubre que su mascota es un humano disfrazado de perro, pero ella en vez de salir corriendo, decide darle una oportunidad al atractivo millonario que supone un braguetazo de manual. Christian alega que su mascota es un viejo amigo suyo que se siente como un perro, y ante el rechazo de todo el mundo, él decide tratarlo como tal y darle la vida que él desea. Pero más adelante descubrimos que no es así, que Christian es un psicópata que disfruta teniendo el control y tratando a las personas como sus perros.
La obra hace cierta crítica a esa inclusión forzada, esa aceptación que otorgamos a ciertos hechos que no deberían serlo pero que por temas de filosofía moral modernista lo hacemos. La tía ante semejante panorama debería haber salido corriendo por patas, claramente tiene un problema psicológico el hombre, los dos hombres de hecho. Pero decide quedarse ya que estaría feo rechazar a alguien por esa condición, lo que la lleva a un claro error. La moral absurda sobre la razón.
La dirección es mediocre y convencional, el tercer cuarto de la obra es bastante flojo y el final un poco previsible. Falta algo de desarrollo y de profundidad de personaje. Y el protagonista a veces se pasa de sobre-actuado, aunque siendo que tampoco son rostros súper conocidos se puede perdonar. Tiene ese toque estético y de ambiente a lo Yorgos Lanthimos, con esos colores neutros y sin estar muy sujeta la trama al entorno, aunque a su vez, el entorno se siente muy alejado de la civilización y sociedad, quizás metáfora de lo que nuestro protagonista siente, ese rechazo que tanto teme acompañado de su timidez.
El final aún siendo previsible es muy bizarro. Sigrid al parecer ha estado encerrada como un perro, entrenada para comportarse de esa forma, y ha tenido un "cachorro", que será otra mascota más.
Una extraña mezcla entre la comedia negra y lo más bizarro que pueda haber, una obra incómoda en el buen sentido y que su punto flojo sería la dirección. Lo dicho, un remake hollywoodiense estaría curioso. Un 4'8.