Crítica de SensaCine.com para Cumbres borrascosas: Otro Heathcliff, otro "amour fou"

Fiel adaptación que el realizador británico Peter Kosminsky firmó en los noventa a partir de una de las cimas literarias del romanticismo británico, Cumbres borrascos de Emily Brönte. La fatídica y archiconocida historia de amor entre Heathcliff y Catherine Earnshaw fue interpretada para la ocasión por Ralph Fiennes y Juliette Binoche, cuatro años antes de su coincidencia en El paciente inglés. Kosminsky, realizador experimentado sobre todo en televisión, se queda bastante plano en lo formal y en cuanto al enfoque narrativo carga demasiado las tintas en el carácter trágico de esa archiconocida y desmedida pasión. Al espectador apenas le da tregua y uno acaba sintiéndose asfixiado y aburrido dentro de esa vorágine emocional. A Binoche se le achacó su no perfecta dicción británica.

Esta versión, en general, no resalta por nada en particular más allá de la anecdótica, y no acreditada, incursión de la propia Brönte con el cuerpo y voz de la cantante Sinéad O'Connor (?). El relato se construye como un flashback articulado por una voz femenina y la historia integrará la continuación del amor maldito entre Heathcliff y Catherine en sus descendientes. No obstante, no contará con la singularidad propia de otras traslaciones como la clásica de William Wyler, el filtro surrealista aplicado por Buñuel en su Abismos de pasión, la personal de Rivette o la más reciente y sensorial de la también británica Andrea Arnold.

A favor: La caracterización de Ralph Fiennes y el atractivo que destila.

En contra: Su falta de ritmo al pretender mantener durante todo el metraje una sobrecarga emocional fatalista.