Itto, embarazada, vive dentro del mundo burgués marroquí, con un marido inmerso en su trabajo y una familia que no la aprecia porque ella procede de la clase trabajadora. Un día los familiares parten de viaje y se queda sola. Es cuando comienzan a suceder situaciones muy extrañas, lo que la obliga a salir de casa y buscar a su marido en la Embajada de Jurigba, comenzando un "viaje iniciático" donde el caos y el ejército toman las calles.
De siempre, tanto en la literatura como en el cine, la ficción distópica ha servido como excusa para explorar las estructuras sociales y políticas. Es lo que hace la marroquí Sofía Alaoui con su primera película: en una innovadora híbridación de géneros, mezcla una película road movie de ciencia ficción de corte apocalíptica, con el thriller sobrenatural, espiritual y hasta metafísico con trazas de Christopher Nolan (con una lágrima que bordea el "horizonte espacio-temporal"), en una narración donde se cuestionan las clases sociales marroquíes y tradicionalistas, dogmáticamente religiosos, y el papel de la mujer que quiere liberarse de su encorsete en un entorno exclusivamente masculino, donde el misterio está siendo contemplado por perros, pájaros como aquel filme de Hitchcock, y ovejas. Y un bebé a punto de alumbrarse, recordándonos la fabulosa "Hijos de los hombres", de Alfonso Cuarón, con una mujer, Itto, transformada, empoderada, hasta sagrada por su concepción.
Hay un antes y un después de ese evento en la protagonista. Ahora puede ver ese "otro mundo". Ahora sabemos que todo está conectado. ¿Será que nuestra parte "animal" está trascendiendo y por eso hay que abandonar viejos paradigmas?
Precioso cine marroquí con una fotografía envolvente de planos generales, con una cámara que también se mueve bien en planos cortos y contrapicados. Queremos ver más de esta prometedora directora.